Toma de Decisiones Programadas y No Programadas
Desde el punto de vista empresarial la toma de decisiones es elegir una alternativa que llevará a la empresa a cambios positivos. Estas decisiones se dividen en: las decisiones programadas y no programadas, las cuales desarrollaremos en este artículo.
Contenido
¿Qué son las decisiones programadas?
Se conocen como decisiones programadas a aquellas que son ejecutadas con frecuencia dentro de una empresa u organización, son rutinarias y repetitivas. Estas, forman parte del cúmulo de soluciones de la compañía, pues resuelve problemas que ya se han presentado. Además, se apoyan de las leyes y políticas establecidas por la empresa, tienen procedimientos y algoritmos definidos.
Para este tipo de decisiones no es necesario identificar el problema, ni generar opciones o alternativas, pues el gerente o jefe de la empresa ya habrá pasado por este problema y simplemente tomará la solución pasada, pues el resultado fue exitoso.
Estas decisiones permitirán al jefe tomar soluciones eficientes, simplificadas y eficaces, pues no le toma mucho tiempo al gerente para llegar a una conclusión.
Ejemplos de decisiones programadas en una empresa
- El préstamo de libre disponibilidad de un banco funciona como préstamo automático. En este caso existen reglas establecidas las cuales permiten que el cliente realice la operación desde su casa. No hay necesidad que se movilice al banco para el pago de intereses, para la solicitud del crédito o para que se analice el otorgamiento de este.
- Otro ejemplo es cuando contratan a un empleado nuevo; el gerente no pasa horas calculando cuál va a ser el sueldo de este, pues con los sistemas y algoritmos ya la empresa tiene un listado con los sueldos de cada empleado que preste sus servicios.
- A la hora de comprar un producto y éste sale defectuoso, la empresa lo cambia enseguida, no analiza ni crea alternativas para este problema, pues ya es una acción repetitiva.
¿Qué son las decisiones no programadas?
Estas son las situaciones que son nuevas o novedosas para la empresa. Estas deben analizarse y pasar por todos los pasos para elegir la mejor alternativa, pues para estas decisiones no hay respuestas programadas que pueden utilizarse como guías.
Las decisiones no programadas llevan mucho más tiempo de lo habitual, pues hay muchas variables que el gerente debe analizar, la información es incompleta y de este modo no se puede anticipar el resultado fácilmente.
En estos casos se deben tomar decisiones nuevas que son específicamente para el problema. Debido a esto, tienen un proceso de análisis y unos pasos específicos para llegar a una solución.
Ejemplos de decisiones no programadas en una empresa
- Lanzar un nuevo producto al mercado. Para esto se necesitan ideas y proyectos que permitan ver cómo está el marketing en el mercado y por lo tanto ser mejor que la competencia y así hacer una buena campaña para tener una mejor remuneración.
- Cuando una empresa está endeudada y los jefes no saben qué hacer para salvarla; despiden empleados, pero estos, por sindicatos se oponen a ello. La empresa debe buscar una solución para que no los demanden.
- Cuando se elige un nuevo proveedor. No puede tomarse la compra a la ligera, debe analizar precios y calidad del producto para poder tener lo mejor en tu empresa.
Diferencias entre decisiones programadas y decisiones no programadas
Ahora bien, veamos qué diferencias existen entre las decisiones programadas y las decisiones no programadas:
- Las decisiones programadas son las que se ejecutan con frecuencia, incluso diariamente o varias veces en un día. Por su parte, las no programadas son nuevas y novedosas, hay que crear una decisión específica para ellas.
- Con las decisiones no programadas deben preocuparse por el futuro de la empresa, pues esta es nueva. Las programadas el problema ya pasó y las soluciones preestablecidas son exitosas, así que no se corre ningún riesgo.
- En las decisiones programadas hay certidumbre, por lo tanto, se puede pronosticar los resultados de la alternativa. En las decisiones no programadas hay incertidumbre y es muy difícil pronosticar los resultados.
Las decisiones programadas permiten que el director o gerente no invierta tiempo o energía intelectual innecesariamente en situaciones repetitivas. En cambio, las decisiones no programadas llevan mucho más tiempo y energía, pues ellas permiten resolver situaciones o problemas complejos.
